Monóxido de carbono: ¿Está protegida su casa?

Una vez que se convierte en propietario de una vivienda, la seguridad de su hogar y de los seres queridos que viven allí se convierten en una preocupación principal. Algunas precauciones comunes que ha tomado para proteger a su familia del peligro incluyen tener un sistema de seguridad instalado por un profesional, probar regularmente sus detectores de humo y crear un plan de escape de emergencia. Pero puede estar descuidando uno de los mayores peligros que acechan en su hogar.

Ese peligro se conoce como monóxido de carbono (CO), un gas incoloro, insípido e inodoro que no es detectable por los sentidos humanos. El monóxido de carbono se crea al quemar combustibles como gas, petróleo, queroseno, madera o carbón. Puede emitir desde cualquier fuente que queme combustible, incluidos hornos, chimeneas, calefactores, sistemas de calefacción central, estufas y automóviles. Estos productos están diseñados para funcionar de manera segura y solo liberan una cantidad inofensiva de CO en el aire, pero el uso inadecuado, el daño o la construcción defectuosa pueden hacer que produzcan altos niveles de gas tóxico, que puede ser letal.

Los efectos del monóxido de carbono pueden ser mortales. En el cuerpo, los glóbulos rojos absorben el monóxido de carbono más rápido que el oxígeno. Cuando hay altos niveles de monóxido de carbono, el cuerpo comienza a reemplazar el oxígeno con monóxido de carbono en la sangre, lo que impide que el oxígeno ingrese al cuerpo. Como resultado, la víctima puede comenzar a experimentar dolores de cabeza, mareos, debilidad, náuseas, vómitos, dolor de pecho y confusión. Si no se trata, la intoxicación por monóxido de carbono puede provocar la muerte.

Entonces, ¿cómo puede proteger a su familia del monóxido de carbono?

Primero, instale detectores de CO en su hogar para alertarlo sobre niveles de gas peligrosos. Una empresa de alarmas de confianza podrá recomendar detectores apropiados para su hogar y determinar el mejor lugar para colocarlos.

La vida útil de un detector puede oscilar entre cinco y siete años, así que consulte el manual y reemplace los detectores según corresponda. Además, muchos detectores inalámbricos utilizan baterías de litio, que suelen durar entre dos y cinco años y luego deben reemplazarse. El mantenimiento adecuado de los detectores en su hogar ayuda a garantizar su confiabilidad.

Asegúrese de que todos en su hogar sepan cómo suena el detector. Desarrolle un plan de escape para asegurarse de que su familia pueda salir de su hogar de manera segura durante una situación de emergencia y practique su plan en familia una vez al mes.

También es importante utilizar los electrodomésticos de forma segura. Para evitar una fuga de monóxido de carbono, haga que un técnico calificado revise su sistema de calefacción, calentador de agua y otros aparatos que queman combustible todos los años. Use sus electrodomésticos solo de la forma en que deben usarse, y nunca use electrodomésticos dañados.

El monóxido de carbono es un peligro imposible de detectar por uno mismo. Solicite a una empresa de seguridad que instale un detector de CO y use estos consejos para mantener a su familia sana y salva.